Una nueva tormenta mediática se ha desatado y tiene nombres y apellidos: Shakira, Gerard Piqué y Clara Chía. Esta vez, el detonante fueron unas fotografías íntimas y comprometedoras que circularon esta semana, donde se ve al exfutbolista Piqué disfrutando de unas vacaciones privadas con su actual pareja, Clara Chía, en un yate de lujo en las costas de Grecia. Las imágenes, que no tardaron en hacerse virales, fueron interpretadas por muchos como una provocación directa a la artista colombiana, y la respuesta de Shakira no se hizo esperar.
Lejos de guardar silencio o responder con palabras, Shakira optó por algo mucho más impactante: lanzó por sorpresa el tráiler de su nuevo videoclip, grabado en secreto en las últimas semanas, donde aparece vestida como una reina de guerra, literalmente “pisando” a un doble que guarda un parecido más que evidente con Piqué. La canción, según los primeros versos filtrados, está cargada de mensajes explosivos: “Las fotos no tapan la culpa… tú posas, yo sigo ganando batallas”.
La publicación del avance en sus redes sociales fue como lanzar una bomba: millones de visualizaciones en menos de una hora, hashtags como #ShakiraSeRespeta, #PiquéGate y #ClaraEnProblemas coparon Twitter, TikTok y Facebook. La respuesta de sus fans fue inmediata y visceral: “¡La reina no perdona!”, “Cada golpe que le dan, ella lo convierte en arte”, “Piqué, ¿todavía no aprendes?”.
Fuentes cercanas a la artista revelaron que Shakira estaba al tanto de las fotos antes de que fueran públicas, y que decidió actuar con estrategia: “No es venganza. Es arte con propósito. Shakira no necesita exponer a nadie; simplemente recuerda al mundo de lo que es capaz”, dijo una persona del equipo de producción del videoclip.
Lo más llamativo fue el mensaje que acompañó la publicación de Shakira en Instagram: solo tres palabras, pero con un eco tremendo: “Ahora me toca a mí.”
Aunque no mencionó a Piqué ni a Clara, todos lo entendieron. La artista parece haber planeado cada detalle para que su nueva obra sea más que un simple single: una declaración de guerra elegante, artística… y dolorosa.
Por otro lado, ni Piqué ni Clara Chía han hecho comentarios públicos al respecto. Sin embargo, el entorno del exjugador asegura que está “molesto” por la forma en la que Shakira sigue utilizando su historia personal para potenciar su carrera musical. Algunos defensores de Piqué incluso la acusan de “victimizarse para lucrar”. Pero los fans de Shakira no se quedan callados: “Si no querías ser parte del show, no hubieras provocado el drama”, escriben miles en comentarios virales.
A medida que la fecha de lanzamiento del videoclip se acerca, la tensión aumenta. Todo indica que será una producción épica, con más referencias a su vida privada, mensajes escondidos y simbolismos que sus fans seguramente diseccionarán imagen por imagen.
La guerra no solo está encendida, está más viva que nunca. Y si algo ha dejado claro Shakira es que, aunque le rompan el corazón, ella siempre tiene la última palabra… y la convierte en un himno global.