Rosalía desata tormenta con imágenes secretas de embarazo, la mayor sospecha recae en Emilio Sakraya tras una cena romántica, pero la verdad sobre su relación con Hunter Schafer provoca furia entre los fans y divide a la audiencia en ataques cruzados

Rosalía vuelve a convertirse en el epicentro de la polémica mundial después de que se filtraran unas imágenes supuestamente secretas en las que la cantante española aparece con una silueta que muchos interpretan como un incipiente embarazo. Las fotografías, tomadas de manera clandestina en una salida nocturna, rápidamente inundaron las redes sociales, generando una ola de especulaciones, teorías y comentarios que no han dejado a nadie indiferente.

Lo que más ha sorprendido a los seguidores es que la principal sospecha recae en Emilio Sakraya, actor alemán de ascendencia marroquí, con quien Rosalía fue vista recientemente en una cena que los testigos describieron como íntima y cargada de complicidad. Las cámaras captaron risas, miradas prolongadas y una química que encendió todas las alarmas. Para muchos, este detalle ha bastado para colocar a Sakraya en el centro de la tormenta mediática como posible padre del supuesto bebé.
Sin embargo, la historia da un giro aún más explosivo al revelarse nuevas informaciones sobre la cercana relación de Rosalía con la actriz estadounidense Hunter Schafer. Rumores sobre un vínculo mucho más profundo que la simple amistad han comenzado a circular con fuerza, provocando un verdadero incendio en las comunidades de fans. Mientras algunos celebran la posibilidad de un romance inesperado y desafiante, otros se muestran indignados, sintiendo que han sido engañados o que la artista oculta verdades a sus seguidores más fieles.
La situación se ha convertido en un campo de batalla digital. En X (antes Twitter), los hashtags relacionados con Rosalía, Sakraya y Hunter Schafer se mantienen entre las principales tendencias globales. Los fanáticos lanzan ataques cruzados: unos defienden a la cantante, insistiendo en que tiene derecho a su vida privada y que cualquier especulación sobre embarazo es una invasión inaceptable; otros, en cambio, exigen explicaciones públicas y señalan contradicciones en sus recientes entrevistas y apariciones públicas.
La furia ha alcanzado niveles tan altos que incluso varios medios internacionales han abierto encuestas para medir la opinión pública, dividiendo aún más a la audiencia. En programas de televisión y podcasts de entretenimiento, los comentaristas debaten sin cesar, analizando cada gesto, cada palabra y cada imagen como si se tratara de pruebas irrefutables de un misterio que aún está lejos de resolverse.
Por ahora, Rosalía guarda silencio. Ni ella ni su equipo han confirmado ni desmentido los rumores, lo que solo alimenta el fuego y deja a millones de personas en vilo. Lo único seguro es que, una vez más, la artista catalana ha logrado colocarse en el centro de la conversación global, entre la admiración, la intriga y la controversia. Y mientras los fans continúan divididos en una guerra de opiniones, el mundo entero espera el próximo movimiento que podría redefinir no solo la imagen pública de Rosalía, sino también el rumbo de su carrera en un momento de máxima exposición mediática.