En un giro inesperado que ha sacudido tanto a Wall Street como al mundo tecnológico, Ross Gerber —uno de los más fervientes defensores públicos de Tesla desde hace más de una década— ha anunciado la venta total de sus acciones en la compañía, acompañado de un sombrío pronóstico: “El colapso de Tesla es inminente”.
Gerber, CEO de Gerber Kawasaki Wealth and Investment Management, ha sido durante años una de las voces más entusiastas a favor de Tesla y de su CEO, Elon Musk. Apareció en innumerables entrevistas defendiendo las decisiones estratégicas de la compañía, incluso cuando muchos inversores se mostraban escépticos. Sin embargo, en un post impactante publicado en su cuenta oficial de X (antes Twitter), Gerber declaró que ha perdido la confianza en la dirección actual de Tesla y en la capacidad de Musk para liderar a la empresa hacia el futuro.
“He apoyado a Tesla en sus momentos más difíciles. Pero lo que está ocurriendo ahora dentro de la compañía va más allá de cualquier desacuerdo estratégico. Es una señal clara de deterioro estructural. Si Elon no cambia el rumbo, lo próximo será su salida”, escribió Gerber.
Las consecuencias fueron inmediatas. Las acciones de Tesla cayeron más de un 7% en cuestión de horas tras conocerse la noticia, mientras foros de inversores y redes sociales estallaban con teorías y pánico. Algunos analistas financieros incluso comenzaron a revisar sus proyecciones a la baja para la compañía en el corto plazo.
Según fuentes cercanas a Gerber, las razones detrás de esta drástica decisión incluyen la falta de transparencia interna, el estancamiento de la innovación en productos clave como el Cybertruck, y lo que él llamó “una distracción peligrosa por parte de Musk con sus otros proyectos y comportamientos en redes sociales”. Para muchos, el punto de quiebre habría sido la reciente presentación fallida de nuevas tecnologías de conducción autónoma que, según Gerber, “no cumplen con lo que se prometió a los inversores”.
Más aún, lo que ha generado verdadero caos es la afirmación de Gerber sobre la posible salida de Elon Musk de Tesla. Aunque no entregó pruebas concluyentes, sugirió que ya hay tensiones internas y que el entorno actual en la junta directiva es “insostenible”. Algunos interpretan esto como una filtración disfrazada; otros, como una estrategia para presionar cambios inmediatos en la gobernanza de la empresa.
Hasta el momento, ni Elon Musk ni Tesla han emitido un comunicado oficial. El silencio es inquietante, especialmente considerando que Musk suele reaccionar rápidamente ante acusaciones públicas.
Lo que está claro es que la salida de Ross Gerber marca un antes y un después para Tesla. Si alguien tan leal y optimista ha perdido la fe, muchos se preguntan: ¿Quién será el próximo en abandonar el barco? Y lo más importante: ¿estamos presenciando el principio del fin de una era en la industria automotriz eléctrica?