La cantante colombiana Shakira vuelve a estar en el ojo del huracán judicial. Apenas unos meses después de llegar a un acuerdo millonario para evitar una condena de prisión por su primer caso de evasión fiscal, la estrella del pop latino se enfrenta ahora a una segunda investigación por presunto fraude tributario en España. Esta vez, la Fiscalía ha sido categórica: “No hay vuelta atrás”. El caso podría costarle varios millones de euros, y su reputación pública vuelve a tambalearse.
Según el Ministerio Público, Shakira habría evadido aproximadamente 6,6 millones de euros en impuestos correspondientes al año 2018, utilizando un complejo entramado financiero con sociedades en paraísos fiscales. La acusación indica que la artista supuestamente ocultó ingresos generados por su gira “El Dorado World Tour” y por derechos de imagen, canalizándolos a través de empresas interpuestas para evitar el pago correspondiente en territorio español.
El caso anterior, relacionado con el período entre 2012 y 2014, ya le había costado a Shakira una multa de 7,3 millones de euros y un acuerdo con la Fiscalía para evitar el juicio oral, lo cual fue visto por muchos como una estrategia para proteger su carrera internacional. Sin embargo, este nuevo proceso ha sido recibido con menos indulgencia. “Shakira ya tuvo una oportunidad de regularizar su situación. Esta vez, las pruebas son contundentes”, afirmó un portavoz de la Fiscalía de Barcelona.
Los abogados de la artista, por su parte, han negado rotundamente las nuevas acusaciones, asegurando que su clienta ha cumplido con todas sus obligaciones tributarias y que no existe voluntad de fraude. “Todo se trata de una interpretación errónea de su residencia fiscal y de ingresos ya declarados en otros países”, señalaron en un comunicado. Además, insisten en que Shakira pasó menos de 183 días en España durante el año 2018, por lo que no se le debería considerar residente fiscal en ese período.
En redes sociales, la noticia ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos seguidores defienden a la artista y critican lo que consideran una “persecución mediática y fiscal”, otros se muestran decepcionados, acusándola de doble moral y de esconder su fortuna detrás de una imagen filantrópica. El hashtag #ShakiraFraude se volvió tendencia en Twitter, y muchos usuarios no tardaron en revivir viejas críticas relacionadas con su vida de lujo y sus relaciones con figuras influyentes.
De confirmarse las acusaciones, la cantante podría enfrentarse no solo a una nueva multa millonaria, sino también a una pena de prisión que esta vez no sería tan fácil de evitar. Con los Juegos Olímpicos de París a la vuelta de la esquina —evento en el que se rumoreaba su participación artística—, este escándalo podría afectar gravemente su imagen internacional.
A medida que el proceso avanza, queda claro que la batalla legal de Shakira contra el fisco español está lejos de terminar. Y esta vez, como lo ha advertido la Fiscalía, la indulgencia parece haberse agotado.