“No necesito la aprobación de Rihanna”: Drake finalmente rompe el silencio sobre colaborar con Chris Brown y la razón por la que sorprendió a los fanáticos incluso más que su éxito.

La industria musical se sacudió cuando Drake y Chris Brown lanzaron juntos una canción, sellando una colaboración que muchos pensaban que nunca vería la luz. Después de años de tensiones públicas, indirectas en redes sociales y una historia amorosa compartida con Rihanna, la reconciliación artística entre los dos cantantes causó un terremoto emocional en sus bases de fans. Sin embargo, lo que más ha dado de qué hablar no ha sido la canción en sí, sino las recientes declaraciones de Drake que han puesto en jaque la narrativa mediática.

Durante una entrevista íntima en su residencia de Toronto, el rapero canadiense se sinceró como nunca antes: “No necesito la aprobación de Rihanna para tomar decisiones creativas. Respeto su camino, pero este es el mío”. Con estas palabras, Drake cerró la puerta a las especulaciones que señalaban que su colaboración con Chris Brown fue un acto de provocación o insensibilidad hacia su ex pareja.

La relación entre Rihanna y Drake siempre fue compleja. Tuvieron momentos de cercanía, actuaciones cargadas de química y una tensión que los medios explotaron al máximo. Pero fue la relación de Rihanna con Chris Brown —y el escándalo de violencia doméstica que la marcó— lo que creó una línea divisoria en la industria. Para muchos, trabajar con Chris Brown era visto como un acto de deslealtad hacia la cantante de Barbados.

Pero Drake, lejos de querer alimentar el drama, afirmó que su decisión fue puramente musical: “Chris es un talento increíble, y sentí que era el momento adecuado para dejar atrás el pasado. Hemos crecido. Somos hombres adultos ahora. Lo que hicimos fue por el arte”. Y vaya que el arte fue bien recibido: la canción escaló rápidamente en las listas de Billboard, acumulando millones de reproducciones en cuestión de días.

Aun así, las redes sociales estallaron. Algunos fanáticos aplaudieron la madurez de ambos artistas, mientras que otros no pudieron ocultar su decepción. Hubo quienes sintieron que Drake había traicionado una causa mayor al aliarse con alguien con el pasado de Brown. Pero el rapero fue claro: “Si vamos a hablar de segundas oportunidades, deben ser reales. No solo simbólicas. No podemos predicar perdón y luego crucificar a quien intenta cambiar”.

Lo que sorprendió aún más fue el tono emocional de Drake al hablar del proceso: “Fue difícil. No solo por la historia pública, sino por lo que significaba para mí a nivel personal. Pero uno no puede vivir eternamente atrapado en decisiones del pasado ajenas”. Esta declaración fue vista por muchos como una liberación interna, un acto de madurez emocional y profesional.

Mientras tanto, ni Rihanna ni su entorno cercano han hecho comentarios públicos al respecto. La cantante ha mantenido un perfil bajo en lo que respecta a la colaboración, y muchos interpretan su silencio como una elección consciente de no reavivar fuegos antiguos.

En definitiva, Drake ha demostrado que sigue siendo uno de los artistas más complejos y comentados del panorama musical. Su capacidad para reinventarse, asumir riesgos y enfrentarse a las críticas con franqueza, lo consolidan no solo como una figura musical, sino como un personaje fascinante en la cultura contemporánea. Su decisión de colaborar con Chris Brown puede haber dividido opiniones, pero lo que nadie puede negar es que ha vuelto a poner su nombre en el centro del debate. Y, como siempre, lo ha hecho con estilo.