La nueva aventura empresarial de Beyoncé, la línea de productos para el cuidado del cabello llamada Cécred, ha pasado en cuestión de horas de ser uno de los lanzamientos más comentados en la industria de la belleza a convertirse en el centro de una tormenta mediática global. Lo que comenzó como una campaña de marketing cargada de glamour, con la imagen de la superestrella luciendo impecable y reivindicando la importancia del cuidado del cabello natural, terminó rápidamente rodeado de acusaciones, críticas y llamados al boicot en redes sociales.
La frase que más se repite en miles de publicaciones es contundente: “Mentira sucia, ella debería ir a la cárcel”. Este mensaje se ha viralizado en Twitter, TikTok e Instagram, acompañado de videos y testimonios de supuestos consumidores que aseguran haber tenido experiencias negativas con los productos. Aunque muchos de estos relatos carecen de pruebas sólidas, el efecto dominó ha sido devastador: en menos de 48 horas, Cécred pasó de ser un símbolo de innovación a estar bajo sospecha pública.
Los críticos acusan a la artista de aprovechar su fama para vender productos con precios inflados y resultados mediocres. Algunos influencers de belleza han subido reseñas en las que aseguran que las fórmulas no cumplen lo que prometen, y otros incluso afirman que ciertos ingredientes podrían no ser adecuados para todo tipo de cabello. A partir de ahí, el hashtag #BoicotCécred se convirtió en tendencia global, acompañado de comentarios que mezclaban decepción, ironía y furia contra la cantante.
Sin embargo, en medio del huracán digital, lo que más sorprendió fue la reacción del equipo de Beyoncé. En lugar de un comunicado extenso, explicativo o lleno de excusas, la respuesta llegó en un mensaje corto, frío y en apariencia calculado: solo cinco palabras que dejaron a todos en shock. El texto, difundido a través de la cuenta oficial de Cécred en X (antiguo Twitter), decía: “La verdad siempre sale sola”. Esa frase, aparentemente simple, encendió aún más la conversación.
Para algunos fans, la respuesta fue un golpe maestro, una manera elegante de transmitir confianza y de sugerir que las acusaciones carecen de fundamento. Para otros, esas cinco palabras fueron vistas como arrogancia y una falta de empatía hacia los consumidores decepcionados. En cualquier caso, la frase se volvió viral, multiplicada en memes, titulares y debates televisivos en diferentes países.
Mientras tanto, expertos en marketing señalan que el fenómeno Cécred se ha convertido en un caso de estudio sobre cómo una marca puede pasar de ser aclamada a estar cuestionada en tiempo récord. El nombre de Beyoncé, lejos de protegerla, parece haber atraído aún más críticas, en un clima de polarización donde cualquier paso en falso se magnifica.
Hoy, la cantante enfrenta un escenario complicado: Cécred sigue siendo tendencia, pero por las razones equivocadas. Lo que está claro es que, con solo cinco palabras, el equipo de Beyoncé consiguió que el escándalo no se apague, sino que siga creciendo con una intensidad que nadie esperaba.