Karoline Leavitt está entrando en el foco de atención, y literalmente. Con tan solo 27 años, se ha convertido en la secretaria de prensa más joven de la Casa Blanca en la historia y está ansiosa por demostrar que merece estar en el equipo de defensa mediática de Donald Trump. Pero su nuevo cargo conlleva un escrutinio implacable, y no se trata solo de sus cualificaciones. Su vida amorosa, en concreto, la generosa diferencia de edad con su marido, Nicholas “Nick” Riccio, es ahora materia prima predilecta para los chismes.
Queda por ver si realmente está preparada para el puesto, pero Trump la respalda plenamente, dándole su respaldo público, como suele hacer con sus compinches elegidos a dedo, como Alina Habba. “Karoline es inteligente, firme y ha demostrado ser una comunicadora muy eficaz”, declaró en una declaración obtenida por The Washington Post. “Tengo plena confianza en que brillará en el podio y ayudará a transmitir nuestro mensaje al pueblo estadounidense mientras hacemos que Estados Unidos vuelva a ser grande”. Leavitt, a quien ya se le ha tildado de aspirante a Kayleigh McEnany, parece decidida a demostrar su valía. Por ejemplo, se reincorporó al trabajo menos de una semana después de dar a luz a su hijo, Nicholas “Niko” Robert Riccio (sí, le puso el nombre de su marido). “Me sentí obligada a estar presente en este momento histórico”, declaró a The Coveteur. “El presidente literalmente se jugó la vida para ganar estas elecciones. Lo mínimo que podía hacer era volver al trabajo cuanto antes”.
Lo bueno es que Riccio, un empresario autónomo, puede subirse a un avión en cualquier momento para estar donde quiera, con su bebé a cuestas. ¿Admirable? Quizás. Pero los críticos no pueden evitar fijarse en esa cuestionable diferencia de edad. La matemática es difícil de ignorar: cuando nació Leavitt, Riccio ya llevaba una década pidiendo bebidas legalmente.
Se dice que Nicholas Riccio es más de tres décadas mayor que Karoline
karolineleavitt / Instagram
No hay un registro oficial de la edad de Nicholas Riccio, pero un artículo del Sunday Herald de 2005 lo situó en 40 años. Si hacemos los cálculos, eso significa que ya tenía 32 cuando nació Karoline Leavitt en 1997. Como referencia, Donald Trump tiene una enorme diferencia de edad con Melania; tenía casi 24 años cuando ella nació, así que incluso para los estándares del mundo Trump, esta diferencia es notable. ¿Qué hace las cosas aún más interesantes? Riccio no era solo un admirador lejano; supuestamente formó parte del comité de finanzas de Leavitt cuando ella se postuló al Congreso por New Hampshire en 2022, según Notus. Se casaron en 2023 y, en julio de 2024, dieron la bienvenida a su bebé Niko.
Leavitt’s critics, however, cannot let the age gap slide. Every time she posts family photos, the comments section lights up. “You’re [sic] ‘husband’ could be your grandfather. Yet you judge everyone else, disgusting,” one user wrote. “Is that your dad next to you??” questioned another. Over on X, formerly Twitter, the dragging continued. “I wondered how Karoline Leavitt went from failed congressional candidate in NH to Press Secretary but I learned she married a 60 year old so now it all makes sense,” one critic tweeted.
Leavitt, for her part, couldn’t care less. She insists they’re a perfect match. “He doesn’t have social media and he’s an introvert (complete opposite of me),” she shared on Instagram as to why her husband is only rarely seen with her online. “I respect his privacy on here — but he’s my number one fan, the best dad, and just the best man I’ve ever met.”
Who is Nicholas Riccio? Trump press secretary Karoline Leavitt’s husband went from homeless to millionaire
Karoline Leavitt made history when she became America’s youngest press secretary at 27, but the high achiever is also a devoted mother and loving wife.
Leavitt, who is known for her gun-loving ways and conservative values, had her first White House briefing on Tuesday, delivering barbed insults to ‘legacy media’ as well as announcing that social media influencers and content creators will be able to attend her briefings.
She then we on to declare ‘sanity has been restored,’ and that ‘Trump is everywhere again,’ immediately becoming the MAGA darling of the Trump administration.
Leavitt is also fast becoming a White House style icon, stunning in the Brady Press Briefing Room on Tuesday in a gorgeous, berry-colored two-piece suit with a belted back.
She also made waves after donning a gorgeous gray-blue coat to her swearing in ceremony.
The wife and mother hails from New Hampshire, and ran for the U.S. House to represent New Hampshire’s 1st Congressional District in 2022.
While the general public is fast becoming familiar with the blonde’s professional life, not as much is known about her private life, including husband Nicholas Riccio – who is 32 years her senior.
Here, FEMAIL look into Riccio’s life, who went from rags to riches and is now married to Trump’s press secretary.
Karoline Leavitt made history when she became the country’s youngest press secretary at 27
The high achiever is also a devoted mother and a loving wife to her husband Nicholas Riccio, 59
Who is Nicholas Riccio and how did they meet?
Riccio, 59, founded the real estate business Riccio Enterprises LLC and currently, he manages beachfront houses in New Hampshire, where the couple is from.
While he has a successful business now, the doting husband hasn’t always had a stable home.
Según el Portsmouth Herald, Riccio vivía en la calle a los 18 años y dependía de sus amigos para su higiene básica.
“Cuando tenía 19 o 20 años, llamaba a mis amigos para que fueran a sus casas a ver un partido sólo para poder ducharme”, dijo Riccio al periódico local en 2005.
Asistió a la Universidad Estatal de Plymouth y comenzó su carrera en el sector inmobiliario después de completar un curso en 1990.
Se desconoce cómo se conoció la pareja, ya que hay muy pocas publicaciones sobre Riccio en la cuenta de Leavitt en redes sociales. Tampoco parece tener una cuenta pública propia.
The List publicó una teoría de que la pareja se conoció cuando Leavitt se postuló para un escaño en el Congreso, en representación del primer distrito de New Hampshire, en 2022, y Riccio estaba trabajando en su comité de financiación de campaña.
Algunas de las propiedades de Riccio también se utilizaron para albergar el evento Mujeres por Trump, al que asistió Leavitt.
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Ella también causó revuelo después de ponerse un precioso abrigo gris azulado en su ceremonia de juramento.
No está claro cuándo se casaron oficialmente, pero la secretaria de prensa tiene “esposa” en su biografía de Instagram y parece usar un anillo de bodas.
Se desconoce cómo se conoció la pareja, hay pocas publicaciones de Riccio en la cuenta de redes sociales de Leavitt, y no parece tener una cuenta pública propia.
¿Cuando se casó la pareja?
Leavitt anunció su compromiso con su socio magnate inmobiliario el día de Navidad de 2023, anunciando la noticia en una publicación de Instagram.
No está claro cuándo se casaron oficialmente, pero la secretaria de prensa tiene “esposa” en su biografía de Instagram y parece llevar un anillo de bodas.
La pareja dio la bienvenida a su primer hijo, Nicholas “Niko” Robert, en julio de 2024, y Leavitt afirmó que fue “el mejor momento de su vida”.
“Es cierto cuando dicen que no hay nada comparable al amor que sientes por tu hijo”, escribió en el pie de foto, junto a una serie de imágenes.
La publicación continuaba: «Mi corazón ha crecido más de lo que jamás imaginé. Los bebés son la mayor bendición y estoy inmensamente agradecida por nuestro hermoso, feliz y saludable niño».
Leavitt se encontraba famosamente de baja por maternidad cuando Donald Trump recibió disparos durante un mitin en Pensilvania, lo que la alentó a regresar rápidamente al trabajo, solo cuatro días después de dar a luz.
De la campaña electoral a la Casa Blanca: un día con Karoline Leavitt
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Riccio es un padre cariñoso con el bebé Nico
En octubre, Leavitt habló con The Conservateur sobre cómo compagina la maternidad con su trabajo acelerado.
Dijo que estaba agradecida con Riccio y su horario de trabajo flexible, ya que podía cuidar de Nico mientras ella estaba en el trabajo.
“Dejar al bebé todos los días para ir a trabajar te rompe el corazón”, admitió Leavitt.
“Es un desafío increíble a nivel emocional, físico y espiritual”, añadió.