El mundo del espectáculo vuelve a mirar con preocupación a Justin Bieber, el ídolo canadiense que, a pesar de su éxito musical, parece estar sumido en una profunda crisis emocional. En los últimos días, el artista ha protagonizado una serie de episodios alarmantes que han generado un fuerte debate sobre su estado mental. Entre ellos se incluyen publicaciones inquietantes en redes sociales, estallidos de ira en público y, lo más controversial, una confesión abierta sobre su consumo frecuente de marihuana como vía de escape.
Todo comenzó cuando el propio Bieber compartió una serie de fotos en su cuenta de Instagram en las que aparecía fumando marihuana, acompañadas de mensajes crípticos como “la realidad es demasiado pesada” o “todo se vuelve oscuro cuando no sé quién soy”. Aunque el cantante ya había admitido en el pasado haber experimentado con sustancias, esta vez lo hizo con una crudeza y desesperación que alarmó incluso a sus seguidores más fieles.
Poco después, Justin fue visto en las calles de Los Ángeles protagonizando una escena de ira descontrolada al discutir con un fotógrafo. Testigos aseguraron que gritaba incoherencias y tuvo que ser calmado por su equipo de seguridad. Este episodio alimentó aún más las teorías sobre un posible colapso emocional.
El verdadero detonante de la preocupación generalizada, sin embargo, llegó con una serie de publicaciones en su cuenta de X (anteriormente Twitter), donde expresó sentimientos oscuros sobre la fama, la soledad y la presión constante de ser una figura pública. “Me siento prisionero en mi propio cuerpo”, escribió en uno de los mensajes. Otro aún más inquietante decía: “A veces deseo no haber nacido bajo los focos”.
Estos mensajes, lejos de ser ignorados, han desatado una ola de reacciones entre sus fans, celebridades y profesionales de la salud mental. Muchos han llamado a la empatía, recordando que la fama no es sinónimo de felicidad, y que incluso las estrellas mundiales pueden sentirse rotas por dentro. La esposa del cantante, Hailey Bieber, no ha hecho declaraciones públicas al respecto, pero se ha mostrado junto a él en varias imágenes recientes, lo que podría indicar que está intentando apoyarlo durante esta etapa crítica.
No es la primera vez que Justin Bieber enfrenta una etapa oscura. En 2020, el propio artista reveló que había lidiado con depresión severa, ansiedad y adicciones durante años. Aunque parecía haber encontrado estabilidad gracias a su fe religiosa y su relación con Hailey, los recientes eventos indican que la batalla interna no ha terminado.
Hoy, más que nunca, la salud mental de las celebridades vuelve a ser un tema urgente. El caso de Justin Bieber nos recuerda que detrás del brillo y el éxito hay personas reales, con heridas y fragilidades. Sus seguidores, preocupados pero solidarios, esperan que el cantante encuentre la ayuda que necesita antes de que sea demasiado tarde.