Karoline Leavitt exige la renuncia de Megan Rapinoe como representante de EE. UU.: “Si odias a Estados Unidos, no deberías representarlo”.

En un reciente episodio que ha generado un intenso debate en Estados Unidos, Karoline Leavitt, la actual secretaria de prensa de la Casa Blanca y la más joven en ocupar este cargo, ha desatado una controversia al exigir públicamente la renuncia de Megan Rapinoe, reconocida estrella del fútbol femenino estadounidense, como representante del país en eventos internacionales. La declaración de Leavitt, pronunciada durante una rueda de prensa en Washington, D.C., el pasado 28 de agosto de 2025, ha avivado las tensiones entre diferentes sectores de la sociedad estadounidense, especialmente en un momento en que la polarización política y cultural está en su apogeo.

Leavitt, de 27 años y conocida por su lealtad al presidente Donald Trump, afirmó que Rapinoe, quien ha sido una figura emblemática del equipo nacional de fútbol femenino (USWNT) y una voz prominente en temas de justicia social, no debería representar a Estados Unidos debido a sus críticas abiertas hacia ciertas políticas y actitudes del país. “Si odias a Estados Unidos, no deberías representarlo”, declaró Leavitt, según reportes de varios medios presentes en la sala de prensa James S. Brady. Estas palabras, que resonaron como un eco de la retórica del actual gobierno, han generado reacciones encontradas, tanto de apoyo como de rechazo, en redes sociales y en la opinión pública.

Megan Rapinoe, quien se retiró del fútbol profesional en 2023 pero sigue siendo una figura influyente en el ámbito deportivo y social, no ha respondido directamente a las declaraciones de Leavitt al momento de redactar este artículo. Sin embargo, sus antecedentes hablan por sí mismos. Rapinoe ha sido una defensora incansable de los derechos de las minorías, la igualdad de género y la justicia racial, lo que la ha llevado a enfrentarse en el pasado con figuras políticas conservadoras, incluido el propio Trump. Durante su carrera, la exjugadora se destacó no solo por su talento en el campo, sino también por su activismo, como cuando se arrodilló durante el himno nacional en 2016 en solidaridad con el movimiento liderado por Colin Kaepernick contra la brutalidad policial.

La exigencia de Leavitt se produce en un contexto en el que la administración�web:21⁊ administración Trump busca consolidar su base conservadora, promoviendo un discurso que resuena con los valores del “Make America Great Again”. La joven portavoz, cuya carrera política ha sido meteórica, ha adoptado un enfoque combativo hacia los medios y figuras públicas que percibe como contrarias a los ideales de su partido. Su declaración contra Rapinoe parece alinearse con esta postura, utilizando un lenguaje que apela a un patriotismo estricto para cuestionar la legitimidad de la exfutbolista como símbolo nacional.

Por otro lado, los defensores de Rapinoe argumentan que sus críticas al país no reflejan odio, sino un deseo de mejora. En publicaciones recientes en la plataforma X, usuarios han expresado su apoyo a la exjugadora, destacando su contribución al deporte y su papel como inspiración para las nuevas generaciones. Algunos han calificado las palabras de Leavitt como un ataque personal que desvía la atención de problemas más urgentes, mientras que otros, alineados con la visión de la portavoz, han respaldado su postura, argumentando que los representantes del país deben proyectar una imagen de unidad y orgullo nacional.

Memorabilia deportiva

 

Este enfrentamiento no es solo una disputa personal, sino un reflejo de las profundas divisiones ideológicas en Estados Unidos. Leavitt, con su estilo directo y su enfoque en medios no tradicionales como podcasters e influencers, busca redefinir la narrativa pública en favor de la administración Trump. Su comentario sobre Rapinoe, aunque polémico, es coherente con su historial de enfrentamientos con figuras que desafían la visión conservadora. Sin embargo, la declaración también ha sido criticada por su tono confrontacional, con algunos usuarios en X señalando que la respuesta de Leavitt a una pregunta sobre las protestas en Los Ángeles fue igualmente agresiva, lo que sugiere un patrón en su estilo de comunicación.

El impacto de este episodio aún está por verse, pero ha reavivado el debate sobre el papel de los atletas como representantes nacionales y el derecho a expresar opiniones políticas. Mientras Leavitt continúa moldeando la imagen de la Casa Blanca, su enfrentamiento con Rapinoe podría marcar un punto de inflexión en cómo se perciben las figuras públicas en la era de la polarización. Por ahora, la controversia sigue alimentando discusiones en redes sociales y medios, con opiniones divididas sobre quién representa mejor los valores de Estados Unidos.