Fue el momento de la televisión que nadie vio venir, pero millones habían estado esperando. En una asombrosa aparición en vivo que ya está enviando ondas de choque a través de Hollywood y Washington, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, hizo lo impensable: pidió un boicot nacional de “The View” de ABC, justo en el aire, con las cámaras rodando y los anfitriones aturdidos en silencio.
La disputa que se hizo pasar
La mala sangre entre Leavitt y “The View” ha estado hirviendo a fuego lento durante meses, pero nadie esperaba que la olla hierva así. Leavitt, conocido por su regreso rápido y su negativa a jugar con las antiguas reglas, ha acusado durante mucho tiempo el programa de entrevistas diurno de “Veddling Misforma y dividiendo a Estados Unidos”. Pero esta vez, ella lo llevó a un nivel completamente nuevo.
Frente a Whoopi Goldberg y el resto del panel, Leavitt no se estremeció. Cuando Goldberg intentó dirigir la conversación hacia los puntos de conversación habituales, Leavitt la interrumpió con una línea que instantáneamente se volvió viral:
“Suficiente es suficiente. Si te importa la verdad, apague este espectáculo. América merece mejor que este circo”.
El estudio se quedó en silencio. Por un momento, incluso la famosa innumerable Whoopi parecía perdida por las palabras. La audiencia, dividida entre jadeos y aplausos dispersos, observó cómo Leavitt duplicaba:
“Deja de mirar. Deja de darles calificaciones. Boicotemos” la vista “hasta que comiencen a respetar a sus espectadores y diciendo la verdad”.
Los fanáticos se vuelven salvajes:#boicotttheview tends instantáneamente
En cuestión de minutos, Internet explotó. Los hashtags como #BoycottTheview y #KarolinaAdit se dispararon a la cima de X (anteriormente Twitter). Los clips del momento acumularon millones de vistas en horas. Los partidarios inundaron las redes sociales con elogios, llamando a Leavitt “un soplo de aire fresco” y “el único con las agallas para enfrentar a los principales matones de los medios”.
Un usuario resumió el estado de ánimo:
“¡Finalmente, alguien dijo lo que todos hemos estado pensando! La vista se ha convertido en nada más que un megáfono para la élite fuera de contacto. ¡Gracias, Karoline!”
Los anfitriones de la vista se tambalearon
De vuelta en el estudio, los anfitriones se apresuraron a recuperar el control. Joy Behar trató de reírse, pero la tensión era inconfundible. Los expertos dicen que los productores cortaron el comercio temprano, desesperado por contener las consecuencias, ya que Whoopi se escuchó murmurando el micrófono: “Bueno, eso fue el primero”.
ABC aún no ha emitido una declaración oficial, pero las fuentes le dicen a Daily Mail que la red está “en modo de crisis”, ya que los anunciantes y ejecutivos pesan la reacción. Mientras tanto, el equipo de Leavitt está disfrutando del brillo de lo que están llamando “un cálculo de medios sesgados”.
Mundial de medios dividido, incluso la izquierda está girando
Lo que es realmente impactante es cómo el momento ha fracturado al mundo de los medios. Los expertos de la derecha como Rita Panahi y Megyn Kelly se apilaron rápidamente, llamando a “The View” un “desastre” y “una reliquia de una época pasada”. ¿Pero la verdadera sorpresa? Incluso algunas personalidades prominentes de izquierda de izquierda han comenzado a hacer eco de las críticas de Leavitt, admitiendo que la indignación implacable del programa y la falta de debate real están “dañando la causa”.
¿Un punto de inflexión para la televisión política?
El Dr. Eleanor Vance, analista de medios de Columbia, lo expresó sin rodeos:
“Este no fue solo un momento viral. Este fue un tiro al otro lado de la reverencia para cada medio de comunicación heredado que cree que puede hablar con los estadounidenses y salirse con la suya”.
Con la elección de 2024 que se avecina y la confianza pública en los medios de comunicación en su punto más bajo, la llamada de Leavitt para un boicot puede ser solo el comienzo. En todo el país, los espectadores están haciendo preguntas difíciles sobre quién realmente habla por ellos, y ajustando a los viejos guardianes en números récord.
A medida que el polvo se asienta, una cosa está clara: la bomba en el aire de Karoline Leavitt ha forzado un cálculo no solo por “la vista”, sino también para todo el panorama de los medios. Amola o detestarla, ella ha aprovechado una frustración que es imposible de ignorar.
Y como Estados Unidos debate lo que viene a continuación, una cosa es segura: la televisión diurna, y la conversación nacional, nunca será la misma.
Mira este espacio. La revolución no solo viene, sino que ya está en vivo.