Impactante demanda de 100 millones de dólares: El secreto detrás de la batalla legal entre Shakira y su exnovio Antonio de la Rúa tras una relación de una década

La historia de amor entre Shakira y Antonio de la Rúa parecía sacada de un cuento de hadas moderno. Durante más de una década, la cantante colombiana y el hijo del expresidente argentino Fernando de la Rúa fueron una de las parejas más estables y discretas del mundo del espectáculo. Sin embargo, lo que comenzó como una unión basada en el amor y la colaboración profesional terminó convirtiéndose en una de las batallas legales más intensas y mediáticas de los últimos tiempos, con una demanda que alcanzó la impactante suma de 100 millones de dólares.

Todo comenzó tras su ruptura oficial en 2010. Aunque ambos declararon que la separación había sido amistosa, poco tiempo después, Antonio de la Rúa presentó una demanda millonaria contra Shakira, alegando que él había sido una pieza clave en la construcción de su imperio artístico y financiero. Según sus declaraciones, había gestionado contratos, ideado campañas estratégicas y contribuido al ascenso meteórico de la cantante a nivel mundial. Por ello, exigía una compensación económica por lo que consideraba su parte en el éxito de la colombiana.

Shakira, por su parte, negó rotundamente las acusaciones. En documentos judiciales filtrados a los medios, la artista argumentó que su carrera ya era sólida mucho antes de conocer a Antonio y que sus logros se debían a su propio talento y esfuerzo. Además, destacó que su expareja nunca tuvo un contrato formal como representante ni manejó directamente sus finanzas, como él afirmaba.

El proceso judicial se desarrolló principalmente en tribunales de Estados Unidos, donde de la Rúa buscaba congelar algunas cuentas bancarias de la artista. Sin embargo, en 2013, un juez federal desestimó la demanda de Antonio, concluyendo que no existía evidencia suficiente para respaldar sus reclamos. A pesar del fallo a favor de Shakira, el escándalo dejó cicatrices profundas en la imagen pública de ambos y alimentó durante años todo tipo de rumores y especulaciones.

Muchos cercanos a la pareja afirman que, más allá de lo legal, lo que estaba en juego era el orgullo herido y la traición emocional. De la Rúa habría sentido que, tras años de acompañarla en la sombra, Shakira lo había dejado de lado en el momento de mayor gloria. La cantante, en cambio, sostenía que había intentado mantener una relación cordial y justa, pero que las exigencias crecientes de su exnovio la habían llevado a tomar distancia definitiva.

Hoy, más de una década después del fin de esa relación, la demanda de 100 millones sigue siendo recordada como uno de los episodios más dramáticos y reveladores del mundo del entretenimiento latino. Y aunque ambos han seguido caminos distintos, el eco de aquella batalla legal todavía resuena como una advertencia sobre los peligros de mezclar el amor con los negocios.