Gerard Piqué está llevando a cabo en silencio los trámites para vender la propiedad en común con Shakira. Ella no tenía idea de nada. El asunto salió a la luz cuando su abogada lo descubrió, y lo más impactante es que detrás de todo esto hay alguien que manipulaba la situación diciendo: “Las cosas de ella solo deberían ir a la basura”.
El mundo del espectáculo vuelve a estremecerse con una noticia que mezcla traición, dinero y un trasfondo emocional que todavía persigue a Shakira y Gerard Piqué tras su polémica separación. Según fuentes cercanas, el exfutbolista del FC Barcelona habría iniciado discretamente los trámites legales para vender una de las propiedades que compartía con la cantante colombiana. Lo que causa mayor indignación no es solo el hecho en sí, sino que Shakira, quien hasta hace poco creía tener un control parcial sobre el inmueble, no estaba enterada de absolutamente nada. La información fue descubierta gracias a la minuciosa revisión de documentos realizada por la abogada de la artista, que al detectar irregularidades dio la voz de alarma.
La revelación ha desatado un vendaval de reacciones en redes sociales, donde los fanáticos de Shakira no han dudado en mostrar su enojo frente a lo que consideran una jugada desleal. El hecho de que Piqué actuara en silencio, sin consultar ni informar, refuerza la narrativa de que las tensiones entre ambos no solo no han sanado, sino que se profundizan cada vez más con el paso del tiempo. La venta de la propiedad en común no se trata únicamente de un movimiento financiero, sino también de un gesto cargado de simbolismo, ya que esa casa representaba años de convivencia, recuerdos y proyectos que ahora parecen borrados de un plumazo.
Lo más perturbador, sin embargo, no es el silencio de Piqué, sino la presencia de una figura en la sombra que habría estado manipulando el proceso. Según los informes filtrados, una persona cercana al entorno del exjugador habría sugerido que las pertenencias de Shakira no valían nada y que “solo deberían ir a la basura”. Estas palabras, que reflejan un desprecio abierto hacia la cantante, han generado aún más indignación. La idea de que alguien pueda menospreciar de tal manera las memorias y objetos personales de una artista de talla mundial resulta ofensiva y cruel.
Los analistas del espectáculo señalan que este episodio podría ser apenas la punta del iceberg en la guerra silenciosa que ambos libran desde su separación. Si bien Shakira ha mantenido una postura más enfocada en su música y en el bienestar de sus hijos, Piqué parece estar moviendo fichas legales que, de confirmarse, podrían derivar en un nuevo enfrentamiento judicial. El futuro de esta propiedad en común será sin duda un tema clave en la disputa patrimonial, y la presión mediática que ya pesa sobre ambos podría intensificarse en los próximos días.
Mientras tanto, los seguidores de la artista exigen justicia y transparencia, convencidos de que ella merece un trato justo después de tantos años de compartir vida y bienes con el exdefensa del Barça. Shakira, que se ha convertido en símbolo de resiliencia tras sus vivencias personales, podría encontrar en este nuevo capítulo una razón más para transformar el dolor en arte. Lo que es seguro es que la historia no termina aquí y que, con cada revelación, el drama entre ambos expareja promete seguir ocupando titulares alrededor del mundo.