Un nuevo escándalo sacude la imagen del polémico magnate tecnológico Elon Musk, luego de que salieran a la luz supuestos documentos confidenciales que revelarían una obsesión poco conocida: su intento de clonar lo que, según estudios científicos, es el “rostro más bello del mundo”. Según una investigación filtrada por un informante anónimo, el rostro en cuestión sería el de la actriz Amber Heard, con quien Musk mantuvo una relación sentimental que ya generó titulares hace años, pero que ahora adquiere tintes inquietantes.
La filtración incluye correos electrónicos, informes de laboratorio y contratos firmados por colaboradores cercanos a Musk, en los que se describen experimentos de bioingeniería y clonación facial. Según esta información, Musk habría financiado en secreto un laboratorio privado ubicado en el extranjero, donde un equipo de genetistas y expertos en morfología facial trabajaba para crear un modelo biológico inspirado en las proporciones perfectas del rostro de Heard, calificadas como “armonía dorada” por algunos cirujanos estéticos.
El objetivo, de acuerdo con los documentos, no era solo recrear la apariencia, sino desarrollar tecnología de clonación de tejidos blandos y estructuras óseas que, en teoría, podrían usarse en el futuro para la fabricación de androides o avatares hiperrealistas. “Lo que comenzó como una fantasía estética se convirtió en una obsesión tecnológica”, afirmó la fuente anónima, que asegura haber trabajado directamente en el proyecto durante dos años.
Este revelador escándalo ha generado una ola de reacciones. Algunos seguidores de Musk lo defienden, argumentando que podría tratarse de una manipulación para dañar su reputación justo cuando Tesla y SpaceX enfrentan retos regulatorios y financieros importantes. Sin embargo, otros señalan que no sería la primera vez que el empresario se ve envuelto en situaciones excéntricas que rayan en la ciencia ficción.
Amber Heard, por su parte, aún no ha emitido ninguna declaración pública sobre el tema, aunque se sabe que sus representantes legales están revisando la veracidad de los documentos para evaluar posibles acciones. De confirmarse la autenticidad de esta información, la actriz podría presentar demandas por uso indebido de su imagen y violación de derechos de privacidad.
Los laboratorios supuestamente implicados en este experimento clandestino estarían ubicados en Europa del Este, donde las leyes de bioética son menos estrictas que en Estados Unidos. La fuente filtradora afirmó que los ensayos se interrumpieron hace pocos meses por “falta de avances y problemas legales”, pero no descarta que Musk intente reactivar la idea en otro país o bajo otra empresa pantalla.
Mientras tanto, en redes sociales, el hashtag #MuskCloneGate ya suma millones de interacciones. Los internautas se dividen entre el asombro, la indignación y la teoría de que detrás de esta historia podría haber un interés mayor: un paso más hacia la creación de humanos artificiales o androides destinados a reemplazar rostros y cuerpos reales.
Por ahora, ni Tesla ni ninguna de las compañías de Elon Musk han respondido oficialmente a estas acusaciones. Lo único claro es que esta filtración promete abrir otro capítulo turbio en la ya controvertida historia de uno de los hombres más poderosos, impredecibles y mediáticos del planeta.