Un momento inesperado y profundamente conmovedor ha conmovido a millones de personas en todo el mundo: Milan, el hijo mayor de Shakira y Gerard Piqué, rompió en llanto durante una transmisión en vivo al referirse a la separación de sus padres. Lo que comenzó como una participación inocente en un programa infantil transmitido por internet se transformó en una escena cargada de emociones, generando un intenso debate en redes sociales sobre la exposición mediática de los hijos de celebridades y el impacto del divorcio en su bienestar emocional.
Durante la entrevista, el presentador le preguntó a Milan cómo se sentía actualmente con su nueva vida en Miami junto a su madre. Al principio, el niño respondió con una tímida sonrisa, pero al hablar de los momentos en que extraña a su padre, su voz se quebró y sus ojos se llenaron de lágrimas. “A veces quisiera que todo fuera como antes… cuando estábamos todos juntos”, logró decir antes de ser consolado por un asistente fuera de cámara.
El video del momento se viralizó en cuestión de minutos. Miles de usuarios expresaron su solidaridad con el niño, elogiando su valentía al expresar sus sentimientos. Sin embargo, también surgieron voces críticas que cuestionaron la decisión de permitir que Milan apareciera en un espacio público donde podría ser vulnerable. Muchos argumentaron que tanto Shakira como Piqué deberían proteger más la intimidad de sus hijos, especialmente en momentos tan delicados de su vida.
Algunos seguidores culparon directamente a Gerard Piqué por la situación, recordando su infidelidad con Clara Chía y responsabilizándolo por la disolución del hogar familiar. Otros, en cambio, señalaron a Shakira por haber “instrumentalizado” el dolor de sus hijos al convertir su drama personal en una serie de canciones de venganza que han dado la vuelta al mundo.
“No es justo que un niño tenga que cargar con las consecuencias de las decisiones de sus padres frente a millones de personas”, escribió un internauta en X. Mientras tanto, psicólogos y expertos en desarrollo infantil fueron convocados por medios españoles y latinoamericanos para comentar el impacto emocional de estas exposiciones públicas en menores.
Shakira, que ha sido muy activa en redes sociales y entrevistas desde su separación, aún no ha emitido una respuesta directa tras la transmisión. Solo compartió una imagen de Milan abrazándola, acompañada por un corazón roto y un emoji de estrella, lo que fue interpretado por muchos como un mensaje sutil de apoyo hacia su hijo.
Este episodio vuelve a poner sobre la mesa una pregunta fundamental en la era digital: ¿Hasta qué punto los hijos de celebridades deben ser protegidos del escrutinio público? Lo cierto es que, tras este momento doloroso, el debate sobre la privacidad infantil y los efectos de los divorcios mediáticos ha sido reactivado con fuerza. Y mientras millones de personas se conmueven por las lágrimas de Milan, el verdadero drama parece estar ocurriendo lejos de los focos: en el corazón de un niño dividido entre dos mundos.