Beijing, China – 25 de abril de 2025 – Toyota ha causado revuelo en la industria automotriz con el lanzamiento de su vehículo eléctrico más asequible hasta el momento, el bZ3X. El precio es de unos sorprendentes 100.000 yuanes, el equivalente a unos 13.800 dólares estadounidenses al tipo de cambio actual. El SUV eléctrico compacto, que se presentó en China como parte de la empresa conjunta de Toyota con GAC, recibió más de 10.000 pedidos en una hora. Los servidores de pedidos de la empresa fallaron, lo que indica un posible punto de inflexión en el mercado mundial de vehículos eléctricos.
El bZ3X, también conocido como Bozhi 3X en China, es una decisión audaz para Toyota, un fabricante de automóviles de larga trayectoria a menudo criticado por su lenta transición a vehículos totalmente eléctricos. Con unas dimensiones de 4.600 mm de largo, 1.875 mm de ancho y 1.645 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.765 mm, el bZ3X tiene aproximadamente el tamaño de un Toyota RAV4, lo que lo convierte en una opción práctica para las familias urbanas. El modelo base, el 430 Air, está equipado con una batería de fosfato de hierro y litio (LFP) de 50,03 kWh y ofrece una autonomía declarada de 430 km en el ciclo CLTC. Sin embargo, en la práctica las estimaciones se acercan más a los 400 km. Los niveles de equipamiento de gama alta, como el 520 Pro y el 610 Max, ofrecen autonomías ampliadas de 518 km y 619 km, respectivamente. El modelo superior tiene un motor de 224 hp y su precio de salida es de alrededor de 22.000 dólares.
Lo que hace que el bZ3X sea verdaderamente revolucionario es su precio. En China, su precio es casi 1.000 dólares menor que el de competidores como el BYD Atto 3, a pesar de ofrecer un tamaño y unas características comparables. Si bien el interior no es lujoso, cuenta con una pantalla de información y entretenimiento de 14,6 pulgadas, una pantalla del conductor de 8,8 pulgadas y sistemas avanzados de asistencia al conductor basados en Drive AGX Orin X de Nvidia con 25 funciones ADAS, como estacionamiento remoto y asistencia de piloto de alta velocidad. Esta combinación de asequibilidad, funcionalidad y tecnología ha generado gran entusiasmo y muchos la ven como un punto de inflexión para la accesibilidad de los vehículos eléctricos.
El lanzamiento se produce en un momento en que el mercado mundial de vehículos eléctricos es altamente competitivo, particularmente en China, el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo. Las marcas nacionales como BYD dominan el segmento de vehículos asequibles, pero la entrada de Toyota con el bZ3X demuestra que el fabricante de automóviles japonés está listo para desafiar el status quo. El elevado volumen de pedidos indica una demanda acumulada de vehículos eléctricos asequibles y fiables de una marca confiable. Las décadas de experiencia de Toyota en fabricación podrían darle a la empresa una ventaja para escalar eficientemente la producción.
Sin embargo, el lanzamiento al mercado del bZ3X puede estar limitado por su disponibilidad. Actualmente, este vehículo eléctrico está disponible exclusivamente en el mercado chino, donde Toyota puede beneficiarse de menores costes de producción e incentivos gubernamentales. Un lanzamiento al mercado en Estados Unidos o Europa probablemente aumentaría significativamente el precio debido a aranceles y diferencias regulatorias. Las estimaciones sugieren que el precio del bZ3X podría aumentar a entre 37.500 y 45.500 dólares cuando se lance en Estados Unidos; aún competitivo, pero lejos de los revolucionarios 13.000 dólares. Además, la falta de una infraestructura de carga generalizada fuera de China sigue siendo un obstáculo para la adopción generalizada de vehículos eléctricos, un desafío que Toyota espera que los gobiernos aborden a medida que aumenta la demanda.
El bZ3X también plantea interrogantes sobre la estrategia general de Toyota. La empresa ha adoptado desde hace tiempo un enfoque multifacético, invirtiendo fuertemente en vehículos híbridos y de hidrógeno, además de en vehículos eléctricos. Algunos críticos argumentan que la entrada tardía de Toyota en el mercado de vehículos eléctricos asequibles refleja una renuencia a adoptar la electrificación total. Otros ven el bZ3X como una prueba de que Toyota puede adaptarse e innovar cuando quiere. Se especula que Toyota podría estar vendiendo el bZ3X con pérdidas para ganar participación de mercado, una decisión arriesgada pero potencialmente innovadora para acelerar la adopción global de vehículos eléctricos.
Para los consumidores, el bZ3X ofrece una visión tentadora del futuro de los vehículos eléctricos: asequible, práctico y repleto de funciones. Si Toyota supera los desafíos de la expansión global y las limitaciones de infraestructura, el bZ3X podría realmente revolucionar la industria, haciendo que los vehículos eléctricos sean accesibles a un público más amplio y obligando a los competidores a reducir los precios. El mundo está observando actualmente el paso más audaz de Toyota hacia la era eléctrica: ¿será este el impulso decisivo para el futuro?