El Papa Francisco decide no asistir a la misa de Pascua en los próximos años por motivos de salud

El anuncio oficial fue emitido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede la madrugada del Domingo de Pascua, enfatizando que la decisión fue tomada por el Santo Padre tras un largo período de reflexión y consulta con expertos médicos. Por consiguiente, el Papa Francisco, que este año cumple 88 años, considera que ya no está físicamente capacitado para presidir y participar plenamente en las ceremonias de Pascua, que requieren una apretada agenda de trabajo, especialmente entre el Jueves Santo y el Domingo de Pascua.
El Santo Padre, con gran pesar, ha tomado esta decisión tras muchos meses de oración y consultas médicas. Desea que todos los fieles comprendan que esta es una decisión que beneficia la salud y la sostenibilidad de su ministerio pastoral, declaró un portavoz del Vaticano.
Durante la última década, el Papa Francisco ha dejado una profunda huella como un Papa cercano, humilde y compasivo. A pesar de afrontar numerosos problemas de salud, como dolor crónico de rodilla, dificultad para respirar y, más recientemente, una recaída de bronquitis, el Santo Padre siempre ha procurado estar presente en las misas principales, especialmente en la Pascua, uno de los momentos más sagrados del catolicismo.
Muchos fieles en la Plaza de San Pedro no pudieron ocultar su emoción al enterarse de la noticia. «Lloré al oír el anuncio. Aunque sé que es mayor y necesita descansar, la presencia del Papa Francisco siempre me trae paz», dijo un peregrino español.
El Vaticano aún no ha anunciado quién reemplazará al Papa en la presidencia de las ceremonias de Pascua en el futuro. Sin embargo, cardenales de alto rango podrían asumir esta función según las asignaciones específicas de la Santa Sede.
Aunque ya no asistirá directamente a las misas de Pascua en los próximos años, el papa Francisco afirma que seguirá acompañando a la comunidad católica mundial mediante la oración y los mensajes espirituales. Llama a los creyentes a preservar constantemente la fe, el amor y la esperanza, los valores fundamentales que trae la Pascua.
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El anuncio oficial fue emitido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede la madrugada del Domingo de Pascua, enfatizando que la decisión fue tomada por el Santo Padre tras un largo período de reflexión y consulta con expertos médicos. Por consiguiente, el Papa Francisco, que este año cumple 88 años, considera que ya no está físicamente capacitado para presidir y participar plenamente en las ceremonias de Pascua, que requieren una apretada agenda de trabajo, especialmente entre el Jueves Santo y el Domingo de Pascua.
El Santo Padre, con gran pesar, ha tomado esta decisión tras muchos meses de oración y consultas médicas. Desea que todos los fieles comprendan que esta es una decisión que beneficia la salud y la sostenibilidad de su ministerio pastoral, declaró un portavoz del Vaticano.
Durante la última década, el Papa Francisco ha dejado una profunda huella como un Papa cercano, humilde y compasivo. A pesar de afrontar numerosos problemas de salud, como dolor crónico de rodilla, dificultad para respirar y, más recientemente, una recaída de bronquitis, el Santo Padre siempre ha procurado estar presente en las misas principales, especialmente en la Pascua, uno de los momentos más sagrados del catolicismo.
Muchos fieles en la Plaza de San Pedro no pudieron ocultar su emoción al enterarse de la noticia. «Lloré al oír el anuncio. Aunque sé que es mayor y necesita descansar, la presencia del Papa Francisco siempre me trae paz», dijo un peregrino español.
El Vaticano aún no ha anunciado quién reemplazará al Papa en la presidencia de las ceremonias de Pascua en el futuro. Sin embargo, cardenales de alto rango podrían asumir esta función según las asignaciones específicas de la Santa Sede.
Aunque ya no asistirá directamente a las misas de Pascua en los próximos años, el papa Francisco afirma que seguirá acompañando a la comunidad católica mundial mediante la oración y los mensajes espirituales. Llama a los creyentes a preservar constantemente la fe, el amor y la esperanza, los valores fundamentales que trae la Pascua.